sábado, 12 de febrero de 2011

SUEÑO CUMPLIDO


Ansiedad, nerviosismo, inquietud, palpitaciones, sudor… Fue todo lo que viví esperando que llegue el más grande a la conferencia de prensa.

Sentado en una silla, moviéndome para aquí y para allá sin encontrar acomodo. Charlando con un colega, con otro, y por momentos inmerso en un eterno silencio que solo permitía que trabajara mi cabeza pensando en como sería ese instante.

De repente una puerta que se abre y un hombre de no más de un metro setenta de altura, barba, caminata con personalidad y todo lo que lo distingue. Era él… Ese hombre con el que siempre soñé encontrarme. Ese genio que tuvo mucho que ver en mi infancia para que yo elija esta profesión, proponiéndome con solo 10 años seguir esta carrera para algún día poder conocerlo… Ese por el que se me cayeron miles de lágrimas cuando la pasó mal y pensé que lo perdíamos y que nunca iba a poder cumplir ese deseo de tenerlo frente a mi…

Tenía delante al responsable de alegrar a todo un país en innumerable cantidad de veces… Al que permite que lo ame todo el ambiente de este maravilloso deporte sin distinción de color de camiseta… Al que genera amor y odio… Al que va al frente, sin importarle las consecuencias… Tenía delante al responsable de esta ilusión…

No se me podía escapar, era el momento, o mejor dicho era MI momento… Y llegó...

Respiré hondo y le hablé: Lo saludé con respeto presentándome y decidí preguntarle lo que en el momento se me vino a la mente que en este relato poco importa… Porque lo que realmente interesa es que aquella meta que me había planteado, hoy recibido y con 21 años, puedo decir que la cumplí…

Me respondió con respeto y con sonrisa por el motivo de mi consulta. Me miraba a los ojos, los cuales estaban brillosos de emoción. Mis manos temblaban, mi corazón latía cada vez con más fuerza.

En su respuesta intentaba escuchar lo que me decía. Aunque, confieso, en mi cabeza solo pensaba: Estoy charlando con el más grande… Estoy cumpliendo mi sueño!

Todo lo de alrededor había desaparecido. Era solo él y yo. Una charla mano a mano que quizás fueron pocos minutos, pero que para mi fue eterna!

Era DIEGO ARMANDO MARADONA señores…

Gracias Diego por el respeto! Gracias por hacer realidad una verdadera ilusión!

Podré vivir muchos momentos lindos dentro de mi profesión, y ojalá que así sea. Pero aseguro que lo que viví esta tarde lo llevaré para siempre en mi corazón.

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