MARIO BENEDETTI SE FUE DE GIRA...

La Literatura le dice adiós a uno de los más grandes escritores. Mario Benedetti, Poeta, ensayista, crítico y escritor uruguayo, una de las figuras más relevantes de la literatura uruguaya y latinoamericana del siglo XX, murió a causa de una enfermedad que padecía desde hace años.

A Benedetti le llegó su día, como a todos un día nos llegará. Cuando se habla del fin de la vida es común escuchar a personas que le tienen terror o a otras que la definen como una cosa más. A referencia de esto último recuerdo las palabras del uruguayo diciendo:
“Después de todo la muerte es sólo un síntoma de que hubo vida”. Con esta naturalidad, Benedetti se tomaba ese día. Un 17 de mayo de 2009 – como se dice en la ambiente del espectáculo – Benedetti se fue de gira.

A lo largo de su vida escribió sobre diferentes temas. De los cuales, gran parte de ellos, estaban involucrados en sus sentimientos.
Entre sus características, una de las más fuertes era la de ser Ateo, sobre lo cual fue consultado en varias oportunidades y en una de ellas respondió: “Yo creo en un dios personal, que es la conciencia: a ella es a la que le debemos rendir cuentas cada día”. Además agregó, "Yo no sé si Dios existe, pero si existe, sé que no le va a molestar mi duda."

Donde más se destacó, fue en los poemas y en las novelas de amor. Culpable de miles de historias de pasión, a pocos años de su muerte manifestó sobre los medios de comunicación: “En este mundo tan codificado, con Internet y otras navegaciones, yo sigo prefiriendo el viejo beso artesanal que desde siempre comunica tanto”.
Era un enamorado de la vida, que más allá de sus sufrimientos a lo largo de la misma se levantaba cada día con una frase nueva y esperanzadora.

Su prolífica producción literaria incluyó más de 80 libros, muchos de los cuales fueron traducidos a 20 idiomas. Influyó en grandes artistas musicales, que hicieron honor a sus poemas, como el gran Juan Manuel Serrat.

Más allá de ser uruguayo, estaba fuertemente vinculado con los países vecinos. Argentina era una de sus segundas casas, ya que durante su adolescencia se exilió en Buenos Aires por el Gobierno Militar que se encontraba en su país.

Pero una enfermedad intestinal crónica, lo asechaba desde hace años. El 6 de mayo había sido dado de alta luego de su última internación. Once días después, ya no hubo lugar a las especulaciones. Mario Benedetti cerraba sus ojos para decirle adiós a la vida y dejará en el recuerdo aquellas frases que conmovieron al mundo y que mejor momento que este para recordar… "Cuando me entierren, por favor, no se olviden de mi bolígrafo", como lo manifestó en uno de sus libros.