Todas las ideologías políticas quedan atrás cuando sucede un suceso de esta magnitud. Una muerte que por ciento genera sensaciones raras y de angustia en los ciudadanos, quizás no por estar de acuerdo o no con su mandato, sino por aquel 10 de diciembre de 1983 en el que nos volvimos a sentir como pueblo y Alfonsín sería el que nos conduciría.
Veníamos de la Dictadura más sangrienta de la historia de Argentina y Alfonsín se hizo cargo del país en un momento en los que pocos se hubieran puesto al frente de una república que estaba en llamas. Debía soportar el reclamo de los familiares de los desaparecidos, sobrellevar una deuda externa que había aumentado más del 300%, resistir las manifestaciones de los carapintadas y para todo ellos tuvo una respuesta.
Encabezó la recuperación de la democracia y ordenó enjuiciar a los dirigentes de las organizaciones guerrilleras ERP Y Montoneros, como así también ordenó procesar a las Juntas militares que estuvieron al frente del país desde el 24 de marzo de 1976 sin temor a cualquier tipo de consecuencia, las cuales la tuvo en 1987 con la rebelión de los carapintadas, lo que generó el gran apoyo del pueblo al gobierno democrático con una plaza totalmente colmada donde se recuerdan las palabras del entonces presidente: “Felices Pascuas. La casa esta en orden”.
Se preocupó por saldar la deuda externa utilizando en primera instancia el modelo económico implementado por Illia durante su presidencia, además lanzó el Plan Austral y el Plan Primavera. Haciendo referencia al déficit y a la economía manifestó la inolvidable frase: “Con la Democracia se come, se educa y se cura”.
Posterior a su presidencia firmó el recordado Patos de Olivos, hecho bochornoso de la historia política argentina ya que permitió la reelección de uno de los presidentes más corruptos de nuestro país. Esto provocó un impacto muy negativo en la UCR lo cual le costó la presidencia al frente de este partido.
Por tal razón Alfonsín se acercó al FREPASO, que en 1997 concretaría la unión con la UCR lo que se denominó como la Alianza. Esta nueva unidad es la que ganaría las elecciones de 1999 con el candidato presidencial Fernando De la Rua y después lo que ya todos sabemos, corrupción, crisis, saqueos, cacerolazos, etc.
Seguramente en cada rincón del país de abrirá el debate juzgándolo. Estaran los que se encuentran en contra y los que están a favor. Se enfrentaran el radicalimo con cualquier otra ideologia. Pero hay algo en lo que todos vamos a coincidir, Raúl Alfonsín es un reconocido defensor de los Derechos Humanos, Raúl Alfonsín fue un gran protector del liberalismo.
Hoy el país esta de luto, seguramente las banderas a media asta retraten el sentimiento de cada argentino. Murió el padre de la democracia, no lo lloremos, RECORDEMOSLO!
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